Sexto Salón de Dibujo.

Desde las culturas precoloniales en qué  la comunicación político religiosa estaba cifrada en en significaciones e imágenes gráficas, glifos y signos; de contenidos contextuales para esa realidad que nos esta quedando lejana cada día más, pues todavía no comprendemos el contenido pero si visualizamos ahora la belleza gráfica y el trazo significativo y sensible  de ese gesto lineal que se ha sobre puesto al tiempo de lo colonial, a las diversas conquistas de los imperios modernos y aún permanecen firmes y gloriosas.

Esta una impronta caligráfica de la cual todos compartían y disfrutaban, que era o es  una lección de contenido, comunicación y valor estético, lucha en la que nos vemos actualmente los artistas contemporáneos.   

La constante y firme batalla de la línea, para sobreponerse a los  disipados criterios de algunas galerías, de los coleccionistas, de algunos artistas que declaran que el dibujo esta fuera como lenguaje. De la simple valoración del soporte como justificación de rechazo, sin reparar en la dimensión conceptual gráfica y de propuesta gestual que el artista esta proponiendo, y que este resultado no es generación espontanea sino producto de una concienzuda  tarea de investigación formal,  de la revisión de su labor creativa. tanto como la acción técnica que define resultados.

El dedicar al Maestro Antonio García Ponce este salón define una constancia indeleble de nuestros dibujantes de su calidad y autenticidad en el manejo de su dibujo, de la enseñanza puesta en el papel para estudiarla, cuando tenemos dudas de dibujar, García Ponce nos a dicho siempre que " Ahí en la calle están los personajes que debemos dibujar" . Este homenaje nos garantiza que tenemos referentes de gran nivel y la continuidad de la grafica salvadoreña.

Los salones que el compañero artista Augusto Crespín a estado organizando con esmero, como el cancerbero de ciudad Gráfica del trazo salvadoreño, esta tarea realizada y organizada con mucho cuido, en la que se dan cita jóvenes dibujantes y los que tiene algunas horas de trazar sus vivencias, le crea al salón una particular manera de mostrarse muy plural y sin ambages de grandes y pequeños, pues el dibujo es una razón democrática.

Valoramos esta iniciativa y celebramos que se de y por supuesto alentamos y motivamos a reunirnos en la próxima cita donde nos llame el dibujo.
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