En el MUSEO MARTE se exhibe la exposición de artista salvadoreño Jose Mejia Vides la cual consta de mas de una cincuentena de bocetos y apuntes que hiciera en vida el pintor José Mejía Vides (19 de marzo de 1903- 21 de agosto de 1993) en la Villa de Panchimalco, lugar que tuvo un significado muy importante en su vida artística. Los dibujos poseen una limpieza en cuanto a línea y también cierta economía de elementos que facilitan la lectura del mismo. Es de destacar la seguridad de la línea y también lo espontáneo de ésta como se ven en las fotografías. Estos dibujos no son todos bosquejos previos a la realización de una determinada obra, sino que también son momentos cotidianos en la vida de este pequeño pueblo tan emblemático de este país. Actualmente puede observarse por medio de ellos el entorno o ambiente que rodeaba al pintor, por lo que al parecer ya no son solamente papeles previos a un cuadro, sino que ahora pueden llegar a constituir un interesante documento histórico propio para la investigación de historiadores y antropólogos como lo dijera el Dr. Ramón Rivas, Director del Museo Universitario de Antropología de la Universidad de El Salvador en el conversatorio titulado “El valor.artístico, histórico y antropológico de los bocetos de José Mejía Vides” realizado el día miércoles 20 de los corrientes en el Salón Toño Salazar del Museo de Arte.
Es interesante que un museo ahora ya no solamente exhiba obras acabadas, sino también los bocetos como para documentar el proceso artístico o creativo al concebir una obra, tema que puede ser estudiado mas a fondo por los estudiantes para constatar algunos rasgos distintivos de la obra plástica de tal o cual artista, iconográficamente, es un punto de interés, ya que nos muestra el centro del universo plástico de Mejía Vides: el indígena en su entorno, en ese entorno que ahora ya casi ha desaparecido, de ese entorno lingüístico, costumbrista, social que ya casi ha desaparecido producto de la pérdida de identidad y del retroceso de la cultura autóctona de este pueblo. Desde su silencio, los bocetos nos gritan con sus líneas, nos reclaman por los derechos del indígena, nos obligan a pensar en el deber social de un artista, de una persona comprometida con este grupo social.
El artista ha constituido en su obra un reflejo de la sociedad de su momento, de ese momento en que muchos como el pintor Mejía Vides, optaron por un indigenismo, por una vuelta a la estética indígena; entre ellos Salarrué y Claudia Lars, en una época en la que todo lo que tenía rasgos indígenas podía ser sinónimo de retraso y hasta de subversión, ya que muchos de estos bocetos se realizaron entre los años 20 y 30 .
1 comentario:
BUEN ROBO EL DE LOS BOCETOS QUIEN SE LOS VENDIO NO FUE LA DUEÑA POR SUPUESTO
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